1ª Parte
1. Levantarse lo suficientemente temprano y permane-
cer en soledad durante 30-60 minutos, analizando
introspectivamente la actitud presente hacia la vida.
2. No dejar de:
a) tomar una ducha después de levantarse
b) ponerse ropa limpia
3. Que haya un ritmo autoimpuesto de trabajo, comida
y descanso. La capacidad de adherirse a ese ritmo
favorece el crecimiento.
4. No poner productos químicos en el cuerpo con el
propósito de embellecerlo externamente. Sustituir-
los por productos naturales.
5. Tomar un baño de aceite una vez por semana.
1. Unos 90 minutos antes de que aparezca el sol en el
horizonte oriental, llega al planeta (a esa parte del
planeta) una gran oleada de energía. Treinta minu-
tos antes de la aparición del sol, hay una segunda
oleada de energía, aún más poderosa, que se preci-
pita a través de la atmósfera.
Este es el momento en que se establece la química
del cuerpo en todos los seres. En este momento la
sangre es menos densa y se impregna de sustancias
frescas; esta renovación ocurre nuevamente a la ma-
ñana siguiente.
Así pues, el primer paso y el más importante es le-
vantarse por lo menos 60 minutos antes del amane-
cer y estar preparados para armonizarnos recibiendo
las energías de la mañana.
2. Las reacciones químicas se llevan a cabo mejor en
vasos sanguíneos limpios. Si dormimos durante las
horas del amanecer, los gases y los desperdicios
(concentrados en los intestinos durante el sueño)
estarán presentes al establecerse las reacciones quí-
micas de la sangre.
Si estamos despiertos y hemos vaciado los intesti-
nos y la vejiga, el cuerpo limpio estará receptivo a la
energía del amanecer y el resultado será saludable.
Así pues, levántate temprano, limpia el cuerpo por
dentro y por fuera y prepárate para recibir la luz de
la mañana. Este es el primer tónico ayurvédico para
la vitalidad corporal.
3. No ingieras comida o bebida durante las horas pre-
vias al amanecer. Esto es un crimen contra el sis-
tema.
Tampoco comas ni bebas después del amanecer
hasta haber vaciado los intestinos y la vejiga y haber
lavado el cuerpo.
Se sugiere no realizar una nueva ingesta por la ma-
ñana hasta que lo consumido el día anterior se haya
digerido y los desechos se hayan eliminado.
A lo sumo se puede beber agua si se considera ne-
cesario.
4. Mantener un ritmo lento y pausado durante la pri-
mer hora, hora y media, después de levantarse (esto
es posible si te levantas lo suficientemente pronto,
90 minutos antes del amanecer).
No te apresures hacia la actividad nada más levan-
tarte. Realiza algunas inhalaciones profundas duran-
te unos segundos mientras estás sentado en la cama,
inhalando el aire fresco matutino; hazlo de forma
tranquila. Si lo deseas, puedes permanecer senta
do hasta 5 minutos sintonizando sosegadamente
con el día.
Levántate de la cama suavemente y ve hacia las ta-
reas matutinas con paso tranquilo.
Cuando te levantas tarde, saltas de la cama con la
mente y los movimientos desordenados y te pierdes
la belleza que el día te ofrece.
5. Observa algo hermoso a medida que sales de la ca-
ma. En las escrituras sagradas hindúes, se reco-
miendan: un cisne de color blanco puro, un caballo,
un elefante, un ave o un loto.
6. Evita hablar durante las primeras horas del ama-
necer.
7. También es bueno pasear tranquilamente en la fres-
cura de la mañana, respirando profunda y lenta-
mente.
1. No pasar demasiado tiempo en el retrete. Evitar leer
en el inodoro. Este es un vicio recientemente adqui-
rido por el hombre moderno. Produce conflicto de
fuerzas. Mientras que la fuerza se mueve hacia abajo
para limpiar los intestinos, la lectura invierte la di-
rección de la fuerza hacia la cabeza.
2. El sistema moderno de retretes agrava el problema
del estreñimiento y demás desórdenes intestinales
asociados. El sistema europeo del inodoro (postura
sentada) convierte en innatural el proceso de des-
carga. Requiere mayor energía de empuje, lo que
causa muchos problemas asociados. La antigua pos-
tura (la que se utiliza al aire libre) es la más natural;
ayuda a empujar los gases y las heces fácilmente.
Esta postura favorece la apertura del ano sin em-
plear la fuerza.
3. El papel higiénico es un pobre sustituto del agua fría
para limpiar el ano. El uso de agua fría tiene efectos
más saludables sobre el cuerpo. Mientras el papel
causa irritación y reacciones químicas, el agua fría
aplicada en el ano estimula positivamente todo el
sistema nervioso, incluyendo el cerebro.
4. Recuerda que la defecación adecuada favorece:
a) comer y beber
b) la actividad física
c) la actividad psíquica, e
d) incluso hace posible la buena meditación.
5. Recordad también que el estreñimiento es el peor
enemigo de toda actividad, sea espiritual o material.
6. Cada micción y defecación debería ir seguida de un
concienzudo lavado de manos y pies con agua fría.
7. Los pasos mencionados anteriormente respecto a
las regulaciones de la mañana deben concluir con
una buena ducha, ya que esta limpia el cuerpo, lo
electrifica y restablece el equilibrio.
1. Levantarse lo suficientemente temprano y permane-
cer en soledad durante 30-60 minutos, analizando
introspectivamente la actitud presente hacia la vida.
2. No dejar de:
a) tomar una ducha después de levantarse
b) ponerse ropa limpia
3. Que haya un ritmo autoimpuesto de trabajo, comida
y descanso. La capacidad de adherirse a ese ritmo
favorece el crecimiento.
4. No poner productos químicos en el cuerpo con el
propósito de embellecerlo externamente. Sustituir-
los por productos naturales.
5. Tomar un baño de aceite una vez por semana.
1. Unos 90 minutos antes de que aparezca el sol en el
horizonte oriental, llega al planeta (a esa parte del
planeta) una gran oleada de energía. Treinta minu-
tos antes de la aparición del sol, hay una segunda
oleada de energía, aún más poderosa, que se preci-
pita a través de la atmósfera.
Este es el momento en que se establece la química
del cuerpo en todos los seres. En este momento la
sangre es menos densa y se impregna de sustancias
frescas; esta renovación ocurre nuevamente a la ma-
ñana siguiente.
Así pues, el primer paso y el más importante es le-
vantarse por lo menos 60 minutos antes del amane-
cer y estar preparados para armonizarnos recibiendo
las energías de la mañana.
2. Las reacciones químicas se llevan a cabo mejor en
vasos sanguíneos limpios. Si dormimos durante las
horas del amanecer, los gases y los desperdicios
(concentrados en los intestinos durante el sueño)
estarán presentes al establecerse las reacciones quí-
micas de la sangre.
Si estamos despiertos y hemos vaciado los intesti-
nos y la vejiga, el cuerpo limpio estará receptivo a la
energía del amanecer y el resultado será saludable.
Así pues, levántate temprano, limpia el cuerpo por
dentro y por fuera y prepárate para recibir la luz de
la mañana. Este es el primer tónico ayurvédico para
la vitalidad corporal.
3. No ingieras comida o bebida durante las horas pre-
vias al amanecer. Esto es un crimen contra el sis-
tema.
Tampoco comas ni bebas después del amanecer
hasta haber vaciado los intestinos y la vejiga y haber
lavado el cuerpo.
Se sugiere no realizar una nueva ingesta por la ma-
ñana hasta que lo consumido el día anterior se haya
digerido y los desechos se hayan eliminado.
A lo sumo se puede beber agua si se considera ne-
cesario.
4. Mantener un ritmo lento y pausado durante la pri-
mer hora, hora y media, después de levantarse (esto
es posible si te levantas lo suficientemente pronto,
90 minutos antes del amanecer).
No te apresures hacia la actividad nada más levan-
tarte. Realiza algunas inhalaciones profundas duran-
te unos segundos mientras estás sentado en la cama,
inhalando el aire fresco matutino; hazlo de forma
tranquila. Si lo deseas, puedes permanecer senta
do hasta 5 minutos sintonizando sosegadamente
con el día.
Levántate de la cama suavemente y ve hacia las ta-
reas matutinas con paso tranquilo.
Cuando te levantas tarde, saltas de la cama con la
mente y los movimientos desordenados y te pierdes
la belleza que el día te ofrece.
5. Observa algo hermoso a medida que sales de la ca-
ma. En las escrituras sagradas hindúes, se reco-
miendan: un cisne de color blanco puro, un caballo,
un elefante, un ave o un loto.
6. Evita hablar durante las primeras horas del ama-
necer.
7. También es bueno pasear tranquilamente en la fres-
cura de la mañana, respirando profunda y lenta-
mente.
1. No pasar demasiado tiempo en el retrete. Evitar leer
en el inodoro. Este es un vicio recientemente adqui-
rido por el hombre moderno. Produce conflicto de
fuerzas. Mientras que la fuerza se mueve hacia abajo
para limpiar los intestinos, la lectura invierte la di-
rección de la fuerza hacia la cabeza.
2. El sistema moderno de retretes agrava el problema
del estreñimiento y demás desórdenes intestinales
asociados. El sistema europeo del inodoro (postura
sentada) convierte en innatural el proceso de des-
carga. Requiere mayor energía de empuje, lo que
causa muchos problemas asociados. La antigua pos-
tura (la que se utiliza al aire libre) es la más natural;
ayuda a empujar los gases y las heces fácilmente.
Esta postura favorece la apertura del ano sin em-
plear la fuerza.
3. El papel higiénico es un pobre sustituto del agua fría
para limpiar el ano. El uso de agua fría tiene efectos
más saludables sobre el cuerpo. Mientras el papel
causa irritación y reacciones químicas, el agua fría
aplicada en el ano estimula positivamente todo el
sistema nervioso, incluyendo el cerebro.
4. Recuerda que la defecación adecuada favorece:
a) comer y beber
b) la actividad física
c) la actividad psíquica, e
d) incluso hace posible la buena meditación.
5. Recordad también que el estreñimiento es el peor
enemigo de toda actividad, sea espiritual o material.
6. Cada micción y defecación debería ir seguida de un
concienzudo lavado de manos y pies con agua fría.
7. Los pasos mencionados anteriormente respecto a
las regulaciones de la mañana deben concluir con
una buena ducha, ya que esta limpia el cuerpo, lo
electrifica y restablece el equilibrio.
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